Arte y Magia en Ser
Ser es arte.
No el arte contenido en vitrinas o atado a marcos dorados, sino el arte visceral, intuitivo y trascendental que fluye con la misma libertad que la sangre en las venas.
Ser es una pulsación primigenia: fluctuante, sin reglas, sin juicios ni apegos. Un arte que se esculpe en el silencio del alma, en cada respiración que nos ancla y nos libera al mismo tiempo.
El arte de SER es magia.
Una magia que no necesita testigos ni aprobaciones, que se despliega como un puente invisible hacia fuerzas cósmicas, susurrándonos en lenguajes olvidados que basta existir.
Permanecer.
Ser.
Hoy, un nuevo día me acaricia los sentidos.
Siento la mañana como una ola viva de melodías aún no descubiertas.
Y en esa vibración, comienzo a recordar: no estamos solos en este viaje.
Mientras más hago de mi interior un hogar —confortable, ilimitado, fértil en su potencial creativo—, más suelto las expectativas que antes me lastimaban como espinas invisibles.
La vida, entonces, deja de ser un laberinto y se revela como lo que siempre fue: una bendición para el alma y el cuerpo.
Empezar de nuevo ya no es una meta lejana; es una decisión sagrada, que renuevo en los pequeños rituales cotidianos:
Después del primer sorbo de café, cuando la brisa acaricia mi mejilla como una respuesta lejana.
En el beso robado entre sueños y recuerdos, que aún sabe a eternidad.
Así, me reconozco como alquimista de mi propio renacimiento.
Y para navegar este arte de empezar de nuevo, sigo principios sembrados en el humus de mi experiencia:
Balance de los 5 elementos: Fuego para el impulso, Agua para la sensibilidad, Tierra para la raíz, Aire para la visión, Éter para la expansión.
Salud física, mental y emocional: Honrando el templo que sostiene el viaje.
Creatividad consciente: Recordando que soy creador y storyteller de realidades, tejedor de mundos invisibles.
Evolución constante: No como exigencia, sino como danzar alineado al ritmo del cosmos.
Expresión presente del amor: Mas allá del sentimiento, un verbo vivo que permea cada instante.
Journaling: Mi alquimia íntima, herramienta de exploración profunda, donde siembro palabras que luego florecen en sabiduría.
Al final, comprendo:
Ser es igual a Ser.
Y después, como una bendición natural:
Hacer.
Tener.
Escribir.
Vivir.
Todo inicia y termina en el acto sagrado de SER.
Todo arte verdadero, toda magia auténtica, brota primero del misterio inabarcable de existir.
Hoy, me permito existir.
Hoy, soy arte en movimiento.